domingo, 28 de abril de 2013

27. UN INTRUSO

Tras el diálogo teatral, escribiremos un texto narrativo que incluya un diálogo, aunque este debe ser predominante en el relato. El tema será más o menos el siguiente: el narrador, en primera o tercera persona, llega a su casa y descubre a un intruso en su lugar. Le pregunta qué hace ahí y este le contesta que está en su propia casa, qúe es él quien debe dar explicaciones. Queda en vuestras manos la resolución: si el intruso miente o no; si se trata o no de un ser real; si hay una solución lógica para el problema... También el estilo: realista, fantástico, humorístico, de terror, surrealista…

Hay que recordar muy bien que en un texto narrativo el diálogo va introducido por el narrador, que comenta a veces las intervenciones de los interlocutores. Cada una de las intervenciones en estilo directo de cada participante en el diálogo se escribe en párrafo aparte, precedido de un guion. Si en el transcurso de una intervención el narrador interrumpe el diálogo para comentar algo, debe acotarse el discurso del narrador entre dos guiones, para no confundirlo con las palabras del personaje.
Para tener un ejemplo que nos recuerde las convenciones que acabo de explicar, vamos a leer “El amor que no podía ocultarse”, relato de Enrique Jardiel Poncela.
 

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