domingo, 30 de septiembre de 2012

2. BESTIARIO FANTÁSTICO

BESTIARIO FANTÁSTICO

Nueve Dragones, Chen Rong, Dynastía Sung, 1244
 Un BESTIARIO es un repertorio de animales. En la Edad Media eran muy frecuentes estas compilaciones donde, junto con una ilustración de la bestia, aparecían su descripción física, sus costumbres, el lugar donde habitaba y sus características simbólicas. Entre animales reales se podían encontrar otros fabulosos, en cuya existencia se creía. En épocas más modernas, muchos autores han escrito bestiarios fantásticos, entre ellos el escritor argentino Jorge Luis Borges, autor del Manual de Zoología Fantástica.  Los autores de historias de fantasía, como Tolkien o más recientemente J. K. Rowling, también han creado recopilaciones de criaturas mágicas imaginarias, algunas procedentes de la tradición.

Vamos a leer varios ejemplos de descripciones de animales fantásticos de distintas épocas para que os sirvan de guía para vuestro trabajo de redacción, consistente en inventar y describir una criatura imaginaria.
Esta descripción del fénix está extraída de un bestiario medieval:

El fénix es un ave más bella que el pavo, pues éste tiene alas de oro y plata, pero aquél las tiene de jacinto y esmeralda, y va adornado con los colores de todas las piedras preciosas de gran valor. En la cabeza lleva una corona, y espuelas en los pies.

Mora en la India, vive quinientos años y se nutre del aire gracias a los cedros del Líbano, sin comida ni bebida. Pero, después de quinientos años, llena sus alas de aromas agradables y, cuando el sacerdote comienza el sacrificio en Heliópolis, sale del nido y vuela hacia él.
 
Cada fénix es el único; vive para él solo, y no está comprometido por esponsales.

Viaja a la tierra de Egipto cada quinientos años, y lo ve el sacerdote a mucha altura sobre el ara, mientras llega de Oriente. Y cuando llega, trae bajo las alas canela perfumada y otras especias; recoge madera, la amontona sobre el ara, se tumba de espaldas sobre la leña ardiente, y resulta quemado del todo y convertido en cenizas. Y de las cenizas sale un gusano, que crece hasta convertirse en un pajarillo, y al que salen alas; al tercer día recupera su aspecto físico íntegro, y se transforma en el fénix completo y perfecto, como lo era antes. Entonces, se pone en camino y vuela hacia la india, donde vivía antes.

De otro bestiario medieval es esta descripción de la mantícora, que está documentada desde el escritor latino Plinio el Viejo:

En la India nace una bestia llamada mantícora. Tiene una triple fila de dientes que alternan entre sí; rostro de hombre, con ojos relucientes e inyectados en sangre; cuerpo de león; la cola, como el dardo de un escorpión; una voz chillona, tan sibilante, que evoca las notas de una flauta. Es ávida de carne humana, con auténtica voracidad. Sus patas son tan fuertes, sus saltos tan potentes, que ni el espacio más extenso, ni el obstáculo más elevado pueden detenerla.
 


Creo que es la misma bestia que Avicena llama Marion, y Maricomorion: con la cola, hiere a sus perseguidores, vengan por delante o por detrás; y cuando ha disparado sus púas, otras nuevas nacen en su lugar, derrotando así a todos los cazadores.

Y aunque la India esté llena de diversas fieras voraces, ninguna es designada con el nombre de Antropophagi, es decir, devoradores de hombres, a excepción de esta Mantichora.
 

Cuando los hindúes capturan uno de sus cachorros, le hieren los cuartos traseros y la cola, para que jamás ‑vuelvan a crecerle afiladas púas; después, se doma sin peligro.

La llaman también Martiora, que en lengua persa significa devorador de hombres.

El repertorio de Borges que hemos citado antes contiene descripciones tan sugerentes como las siguientes:
 El peritio:

Los peritios habitan en la Atlántida y son mitad ciervos, mitad aves. Tienen del ciervo la cabeza y las patas. En cuanto al cuerpo es un ave perfecta con sus correspondientes alas y plumaje. Su más asombrosa particularidad consiste en que, cuando les da el sol, en vez de proyectar la sombra de su figura, proyectan la de un ser humano, de donde algunos concluyen que los peritios son espíritus de individuos que murieron lejos de la protección de los dioses.

Se los ha sorprendido alimentándose de tierra seca. Vuelan en bandadas y se los h avisto a gran altura en las Columnas de Hércules.

Ellos (los peritios) son temibles enemigos del género humano. Parece que cuando logran matar a un hombre, inmediatamente su sombra obedece a su cuerpo y alcanzan el favor de los dioses.

 
El squonk:

La zona del squonk es muy limitada. Fuera de Pennsylvania pocas personas han oído hablar de él, aunque se dice que es bastante común en los cicutales de aquel Estado.
El squonk es muy hosco y generalmente viaja a la hora del crepúsculo. La piel, que está cubierta de verrugas y de lunares, no le calza bien; los mejores jueces declaran que es el más desdichado de todos los animales.

Rastrearlo es fácil, porque llora continuamente y deja una huella de lágrimas. Cuando lo acorralan y no puede huir o cuando lo sorprenden y lo asustan se disuelve en lágrimas. Los cazadores de squonks tienen más éxito en las noches de frío y de luna, cuando las lágrimas caen despacio y al animal no le gusta moverse; su llanto se oye bajo las ramas de los oscuros arbustos de cicuta.
El señor J. P. Wentling, antes de Pennsylvania y ahora establecido en St. Anthony Park, Minnesota, tuvo una triste experiencia con un squonk cerca de Monte Alto. Había remedado el llanto del squonk y lo había inducido a meterse en una bolsa, que llevaba a su casa, cuando de pronto el peso se aligeró y el llanto cesó. Wentling abrió la bolsa; sólo quedaban lágrimas y burbujas. WILLIAM T. Cox: Fearsome Creatures of the Lumberwoods. Washington, 1910.

Terminamos con una criatura de todos conocida, el dragón, también descrita en el bestiario de Borges:
UNA GRUESA y alta serpiente con garras y alas es quizá la descripción más fiel del dragón. Puede ser negro, pero conviene que también sea resplandeciente; asimismo suele exigirse que exhale bocanadas de fuego y de humo. Lo anterior se refiere,  naturalmente, a su imagen actual; los griegos parecen haber aplicado su nombre a cualquier serpiente considerable.

Plinio refiere que en el verano el dragón apetece la sangre del elefante, que es notablemente fría. Bruscamente lo ataca, se le enrosca y le clava los dientes. El elefante exangüe rueda por tierra y mue-re; también muere el dragón, aplastado por el peso de su adversario.

También leemos que los dragones de Etiopía, en busca de mejores pastos, suelen atravesar el mar Rojo y emigrar a Arabia. Para ejecutar esa hazaña, cuatro o cinco dragones se abrazan y forman una especie de embarcación, con las cabezas fuera del agua.

Otro capítulo hay dedicado a los remedios que se derivan del dragón. Ahí se lee que sus ojos, secados y batidos con miel, forman un linimento eficaz contralas pesadillas. La grasa del corazón del dragón guardada en la piel de una gacela y atada al brazo con los tendones de un ciervo asegura el éxito en los litigios; los dientes, asimismo atados al cuerpo, hacen que los amos sean indulgentes y los reyes graciosos. El texto menciona con escepticismo una preparación que hace invencibles a los hombres. Se elabora con pelo de león, con la médula de ese animal, con la espuma de un caballo que acaba de ganar una carrera, con las uñas de un perro y con la cola y la cabeza de un dragón.
Si alguno se ha quedado con ganas de conocer más descripciones de animales fantásticos, puede asomarse a la página http://tolkien.chez.com/enciclopedia/bestias.html donde encontrará las descripciones de las principales criaturas del universo de Tolkien, autor de El señor de los anillos. Y hay mucho, mucho más.

domingo, 23 de septiembre de 2012

1. EL HOMBRE DE...

EL HOMBRE DE...

Giuseppe Arcimboldo: Vertumnus. Rudolf II (1590)


La tarea de esta semana consiste en escribir un texto narrativo de ficción en tercera persona donde el protagonista tenga como particularidad estar hecho de un material especial que condicionará su vida y, por tanto, el relato. Puede ser de madera, de fuego, de humo, de plastilina, de algodón, de oro, de chocolate... Lo importante es que el material de que esté hecho sea fundamental para explicar el carácter del personaje, sus problemas, su relación con los demás y lo que ocurrirá en la historia.